Ambiente

             Imagen con fines ilustrativos

Poás mantiene actividad actividad constantes con emanación de partículas y gases 

LA VOZ DE GOICOECHEA.- El satélite OMI-AURA de la NASA fue capaz de detectar la presencia de una nube de gases irritantes sobre el centro y el norte de Costa Rica, producto de la actividad del volcán Poás.

En su mayoría los gases encontrados corresponden al dióxido de azufre (SO2), el cual tiene la capacidad de producir afectaciones respiratorias o en la vegetación.

María Martínez, geoquímica del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), explicó que el satélite comenzó a detectar estos gases desde el pasado 10 de abril. No obstante, los datos del pasado jueves confirman la presencia de SO2.

La nube de gases irritantes se posiciona sobre los alrededores del Poás, la mayoría de Valle Central, el Parque Nacional Braulio Carrillo, San Carlos, Tortuguero, Upala, algunos sitios del Pacífico Norte, entre otras comunidades.

Volcán Poás mantiene pluma de vapor

“Desde el 10 de abril los satélites están detectando un aumento en el SO2 y la presencia de aerosoles. Si se observan imágenes anteriores, cuando el volcán Turrialba ha tenido emisiones muy vigorosas, también se han detectado presencia de estos gases”, relató Martínez.

Es decir, en este momento Costa Rica posee 2 focos importantes de emisión de estos gases: los volcanes Poás y Turrialba.

“El SO2 es de naturaleza ácido. Se dispersa en el ambiente y con la humedad genera la lluvia ácida. También se transforma en partículas de sulfato, superfinas, transportadas a largas distancias que pueden ingresar al sistema respiratorio o a la sangre de personas”, describió la funcionaria.

Si no hay lluvia, estas partículas permanecen suspendidas en períodos prolongados. 

Así evolucionó el Poás en un mes

“El Poás es un volcán que ha estado, por lo menos, un poco más de 200 años en forma continúa expulsando partículas y gases. En períodos de menor actividad, hay una emisión de gases magmáticos y de partículas superfinas”, comentó la Martínez.

Según el reporte más reciente de Ovsicori, muestra desgasificación persistente y muy vigorosa de vapor de agua, gases magmáticos y aerosoles en el extremo sur del lago ácido donde estaba el cono de piroclastos viejo y que fue destruido por las erupciones de abril 2017.