Cualquier proyecto nuevo genera detractores y defensores y la ciclovía de San José no es la excepción.
Muchas son las voces que la califican como buena idea, pero mal planificada y que los ciclistas no contarán con seguridad.
Otras organizaciones como Chepecletas, Planificador Urbano, Arca y Aconvivir abogan por el bienestar físico y una disminución de la flota vehicular. Ellos cada día tienen una voz más fuerte y unida a favor de esta iniciativa.
Los problemas diarios como la falta de infraestructura vial, el incremento en la flota vehicular y las muertes en carretera se suman en contra de la idea.
Es necesario acotar que en cuatro años, la flota vehicular (autos particulares, carga liviana, pesada, motos, bicimotos, autobuses, taxis y equipo especial) incrementó en 77.500 carros, pasó de 1.183.732 a 1.261.299, según el Instituto Nacional de Seguros.
Por otro lado, los defensores del proyecto, como Chepecletas, reconocen que no hay una ciclovía perfecta en el mundo y que la idea es tropicalizar los ejemplos de Europa para que tenga éxito, mientras insisten en la necesidad de que exista más seguridad para los peatones y los ciclistas, y mayor señalización y cultura.
El diseño de la ciclovía se concluyó en 2015 por parte del Ministerio de Obras Públicas y Transportes y la Municipalidad de San José.
Después se sumó la Municipalidad de Montes de Oca.
El proyecto abarca 7 kilómetros a través de los distritos de Mata Redonda, Hospital, Catedral y Carmen y conectaría la Universidad de Costa Rica, con el Parque Metropolitano La Sabana.
La obra será ejecutada por la Municipalidad de San José, utilizando el plano del MOPT.
La inversión inicial es de ¢40 millones en obra civil y ¢150 millones en presupuesto extraordinario de la Municipalidad de San José para completar la segunda y tercera etapas de la ciclovía, aseguró Johnny Araya, alcalde de San José.
Los alcaldes tienen la visión de que si se crea esta infraestructura se podría mejorar la congestión vial cuando la gente comience a utilizar bicicletas, triciclos y bicimotos para trasladarse.
“Una ciclovía nos parece una iniciativa muy importante, para consolidar un nuevo paradigma de progreso urbano, en el que la prioridad ya no es el transporte privado que contamina, sino otras alternativas de movilidad urbana, que además promueven el deporte, la salud y la recreación”, dijo Araya.
Un proyecto innovador siempre va a tener detractores. Lo vimos con San José, cuando decidió peatonalizar calles; ahora esas estructuras son todo un éxito en términos de calidad, aseguró Marcel Soler, alcalde de Montes de Oca.
No tenemos el dato de cuántos vehículos podrían salir de circulación al poner en práctica una ciclovía —dijo—; sin embargo, sabemos que esta infraestructura invita a la gente a hacer el cambio, a dejar el carro y subirse a la bicicleta.
El tema no es cuántas personas usan una bicicleta, sino cuánta gente la puede usar en el futuro al saber que existe un espacio seguro.
Otra crítica es la pobre iluminación, dijo Federico Cartín, fundador de la Empresa Planificador Urbano.
ETAPAS DEL PROYECTO
La ciclovía se divide en tres procesos que conecta al este de la ciudad con el oeste.
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