Las adicciones digitales plantean la paradoja de que algo útil y beneficioso llegue a convertirse en un serio problema personal, familiar, profesional y de salud.
LA VOZ DE GOICOECHEA.- ¿Qué son las adicciones digitales?
¿Existen realmente las adicciones digitales? Para unos especialistas estamos ante uno de los trastornos adictivos más recientes, para otros se trata más bien de un uso descontrolado sin más inconvenientes que los que genera una conducta excesiva. Las adicciones digitales pueden plantearse mayoritariamente en los jóvenes, por la adicción al teléfono móvil, las Redes Sociales o al mp3.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la adicción es una enfermedad mental. Así, para centrar la cuestión de las adicciones digitales en general, y de Internet en particular, se debe atender a criterios psicológicos. Cuando se produce un uso excesivo y problemático de Internet, se trata de una dependencia. Algo que es útil, beneficioso y placentero llega a convertirse en un serio problema personal, familiar, profesional y hasta de salud.
Recientes estudios de investigación consideran, la existencia de conductas adictivas que no implican necesariamente el consumo de sustancias. Los estudios realizados muestran que, efectivamente hay adolescentes que presentan adicciones digitales (dependencia de Internet, del móvil y los videojuegos)
¿Cuando podemos decir que sufrimos de adicción digital?
Los principales síntomas de la adicción a Internet, según exponen Chóliz y Marco en su libro*, son los siguientes:
- Pérdida de control sobre el uso de Internet, que provoca, a su vez, un aumento significativo de la frecuencia de conexiones, cantidad de tiempo dedicado, que recuerda al fenómeno de tolerancia en el caso de la dependencia de sustancias.
- Malestar clínicamente significativo ante la imposibilidad de conectarse a Internet o cuando se lleva un tiempo sin hacerlo, lo cual es un ejemplo de síndrome de abstinencia.
- Empleo de excesivo tiempo en actividades relacionadas con Internet.
- Se dejan de hacer otras actividades por conectarse a Internet, como por ejemplo quedar con los amigos, pasar tiempo con la familia u otras actividades de ocio (leer, escuchar música, hacer deporte, etc.)
¿Cómo influye sobre nuestra salud?
La adicción a Internet es el tipo de adicción digital sobre la que existe mayor información e investigación y sobre la que se ha alcanzado un mayor consenso acerca de su entidad como trastorno por dependencia.
La población de mayor riesgo son los adolescentes, debido a que tienen en las redes sociales los mejores recursos para ampliar sus relaciones interpersonales y resolver (o complicar) sus relaciones afectivas.
Conforme se van desarrollando las tecnologías y aparecen nuevas funciones que son usadas por los adolescentes de manera universal, hay un pequeño porcentaje que puede tener problemas de abuso y dependencia”, ha dicho Chóliz, quien ha precisado que es difícil dar una cifra de afectados porque aún se están desarrollando elementos de diagnóstico.
Las adicciones digitales no tienen la misma gravedad que otras adicciones afirma este profesor de psicología, sin embargo pueden llegar a convertirse en una patología, la persona necesita más, no es capaz de dejarlo e interrumpir esta actividad le genera molestias y ansiedad, lo más parecido a tener un “síndrome de abstinencia”.
Tratamiento
Los investigadores Chóliz y Marco han adecuado protocolos de tratamiento aplicados a otras adicciones para adaptarlos al tratamiento de personas que desean superar una adicción digital. El objetivo es que la persona pueda usar la tecnología pero de una forma controlada.
En una primera etapa hay que reducir el tiempo y la necesidad de uso, con técnicas de control y actividades alternativas a Internet. Después, hay que enseñar y practicar un uso racional de Internet y redes sociales, y por último prevenir las recaídas.
Para el tratamiento de las adicciones digitales es fundamental el papel de la familia según afirma Chóliz, ya que los padres con unas pautas dadas por el terapeuta, son un gran apoyo para superar estas adicciones.
Prevención de las adicciones tecnológicas
La mejor medida sería la de crear programas de prevención en las escuelas. También, es fundamental el papel de los padres en la prevención de los problemas derivados del uso inadecuado de las nuevas tecnologías. Los padres son quienes deben supervisar, establecer límites y normas de uso, y pueden detectar a tiempo futuros problemas.
Pero de poco sirve hablarle a un hijo del uso del móvil y variantes de comunicación multimedia y red social, si los adictos son los padres. Quizá hay que revisar la adicción de los padres al sucedáneo de las relaciones virtuales y las conversaciones que enmascaran la soledad. Contra la soledad, solo cabe el remedio de la generosidad. Preocuparse por los demás. Implicarse, con tiempo y ocupación.
Por último, destacar que hay que diferenciar entre uso, abuso y adicción, y solo quedarse con el primero.
Fuentes: *Mariano Chóliz, Clara Marco. Adicción a Internet y redes sociales. Tratamiento psicológico. Alianza Editorial. 2012.
Fernando Alberca. Guía para ser buenos padres de hijos adolescentes. Ediciones El Toromítico. 2011.
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